Hay diferentes tipos de lesiones deportivas: las producidas por un traumatismo directo, o las lesiones por esfuerzo de repetición.
Aunque las lesiones deportivas muchas veces nos dan problemas locales, la causa principal de la lesión no tiene por qué estar en la misma zona de la lesión, sino que puede ser por una mala compensación del cuerpo.
Hay que mirar si hay alguna articulación bloqueada que hace que ese músculo trabaje mal y que por lo tanto, al final, se acabe lesionando. Además, si tenemos algún bloqueo, por ejemplo en la pelvis, la huella también varía y por lo tanto puede dar fascitis plantar, molestias en los gemelos, bursitis de la cadera, etc.
Debemos hacer una exploración global del paciente, del que valoraremos tanto los bloqueos articulares como su dieta, el descanso, sus digestiones, etc.